La pandemia nos ha cambiado a todos, ha sido algo inesperado que jamás hubiésemos podido imaginarnos.
Tener que confinarnos en nuestros hogares, cerrar tiendas y negocios, vivir si poder relacionarnos ni con nuestros familiares más cercanos, escuelas e institutos clausurados… ha sido un palo muy grande que no olvidaremos.
Así mismo, lo hábitos del consumidor también se han visto afectados. La mayoría de los consumidores han cambiado sus motivaciones a la hora de comprar, las cuales deberían ser tenidas en cuenta por las marcas si desean conectar con las necesidades y aspiraciones de los mismo.
- SOLIDARIDAD Y COMPROMISO
En primer lugar diremos que los consumidores han vuelto a confiar en el comercio local.
Las restricciones de movilidad han hecho que la gente vuelva a comprar en las tiendas cercanas, y esta circunstancia ha evidenciado a los compradores que su consumo ayuda a alguien cercano, al mismo tiempo que han reconocido la gran labor de los pequeños comerciantes durante esos días tan duros para todos.
De modo que ahora los consumidores prefieren las marcas pequeñas frente a las grandes marcas globales.
Ha esto hay que añadirle otra motivación que es el compromiso social.
El consumidor comienza a rechazar aquellas marcas que no están respaldadas por un auténtico propósito social, detectando así el oportunismo y la falta de solidaridad.
Las grandes empresas ya se han dado cuenta, de ahí por ejemplo marcas de cervezas hagan gala de su apoyo a la hostelería, empresas que ayudan a bancos de alimentos…
El término “consumo responsable” ha adquirido más significado que nunca.
- SOCIALIZACIÓN
Las personas quiere volver a encontrarse, pero son más selectivas ya que han descubierto la importancia de los que tienen cerca.
Han aumentado sus competencias para sacar el máximo provecho a la nuevas tecnología para sus compras, sus comunicaciones, su ocio y su trabajo.