A un paso del sueño. Así quedaron las jugadoras y el staff técnico del Al-Qazeres al no poder batir al Universidad del País Vasco y frustrarse, por lo tanto, el ascenso a la máxima categoría del baloncesto español. En un marcador final (62-70) que por otra parte refleja el buen trabajo que se ha hecho a lo largo de la temporada y en la ronda final, se resume la tristeza de un equipo y una afición que lo han dado todo, pero que se han quedado a un paso del premio definitivo.
Las locales supieron poner en aprietos a las donostiarras desde el principio a base de paralizarlas y no permitirles usar su gran baza, el poderío físico. Y salió bien, al menos de primeras.
El partido estuvo en todo momento muy igualado, con las extremeñas por delante en el primer cuarto, pero las cosas se fueron poniendo feas cuando el UPV empezó a mostrar su juego, haciendo llegar balones a la impresionante Stephanie Madden, que acabó con unos números de vértigo: 26 puntos y 12 rebotes.
Sin rendirse en ningún momento, con casta y haciendo que las vascas se emplearan a fondo, pero inferiores físicamente, las cacereñas no pudieron contener la marea de contragolpes que el UPV encadenaba con éxito una y otra vez.
Aún así el Al-Qazeres no se rindió en ningún momento, llegando incluso a ponerse a dos puntos de las norteñas a menos de dos minutos del final, pero estas, con calma y sabiendo lo que hacían no dieron su brazo a torcer y consiguieron las dos canastas que dejaban a las nuestras a las puertas de la gloria.
La capitana del Al-Qazeres, Jara Salgado resumía así el partido y la temporada: «Han sido cuatro partidos seguidos y nos han pesado. También los nervios. Estoy muy orgullosa de mi equipo porque lo ha dado todo. Hemos conseguido llenar el pabellón, que Extremadura entera nos apoyase. Ni pensábamos que esto fuera así. Ahora estamos de bajón, pero en un rato se nos pasará. Tendremos más oportunidades en el futuro».
Lo bueno es que esto acaba de empezar y el futuro del baloncesto femenino de Cáceres cuenta con un gran equipo, un estupendo equipo técnico, una afición entregada y unos patrocinadores que estaremos apoyándolas cuando llegue la hora de jugar en la categoría máxima. Porque sabemos que llegará.